Hacer lo correcto, no lo sencillo
Tengo dos noticias que dar, una buena y una extraordinaria, ¿cuál quieres primero? Esa frase fue la que dijo su representante a DJ Cooper en agosto de 2019.
Él respondió que le daba igual, que le contase primero la que considerase. Su representante le comentó que la buena es que había dado negativo en el control anti doping (este buen muchacho jugaba a baloncesto en el AS Mónaco -que, por si alguno no lo sabe es un equipo de la Euro Liga, es decir, nivel top-).
“¿Y la extraordinaria?” preguntó él. “Que estás jugando en la liga equivocada porque eres mujer y que vamos a poder buscarte un contrato en la WNBA y te convertirás en la mejor jugadora de la historia y vas a ganar un dineral en publicidad”.
Él se sorprendió y su representante siguió hablando: “Eso sí, será la temporada próxima, después de que des a luz porque estás embarazada” (creo que añadió “gilipollas”, aunque está sin confirmar) (nota: esta conversación es ficticia, lo que es cierto es que ese jugador dio positivo en embarazo en su control antidopaje y no, no era mujer, sino que había utilizado orina de su novia para pasarlo y le 'cazaron'. Dos años de sanción). (nota 2: no sé cómo se lo dijo su representante, aunque no descartes que fuera como yo te he contado -adjetivo final incluido y bien remarcado con el tono de voz, la ocasión lo merecía-).
Mi reflexión de hoy es: Si quieres tener éxito a medio y largo plazo tienes que hacer lo correcto, no lo sencillo.
Esto de DJ Cooper sucede en las empresas una y otra vez. (nota: no que te hagan control anti doping cuando fichas y que te enteres que tu pareja estás embarazada… aunque estaría bien eso para solucionar el problema de falta de niños… sino querer conseguir resultados de corto plazo sacrificando los de largo).
Se da en todos los departamentos con frecuencia y se ve mucho en los de ventas cuando no están consiguiendo los objetivos: prometer hasta vender y ya veremos luego cómo solucionamos.
Lo mejor a largo plazo
De verdad que si trabajas bien no es necesario saber prometer (o directamente mentir) porque irán confiando en ti y conseguirás los clientes y ventas que necesitas. Eso sí, hay que tener las agallas de hacer lo correcto y, si el resultado no es el deseado, ir mejorando hasta ser mucho mejor que la competencia.
No digo que sea sencillo, sino que es lo mejor a largo plazo.