Los compañeros son algo esencial en la motivación

Estos meses estoy dedicando la columna a la motivación y cómo conseguirla. En diciembre comentaba la frase de Rubén Turienzo “la motivación tiene más que ver con encontrar un motivo que con dar aliento o energía”. El mes pasado me centraba en aspectos relacionados con la tarea, que tienen una directa relación con la motivación intrínseca (interna). Este mes vamos a hablar de con quién lo haces.

¿Alguna vez te ha pasado que tu motivación frente hacer algo depende de con quién lo vas a realizar? Podemos hablar de ir a un evento o o preparar un viaje o una actividad profesional. Hay con quien nos apuntaríamos a una expedición a la Antártida pagando y con quien no iríamos ni gratis a ver una final de Copa del Athletic.

Nos sentimos más cómodos con personas como nosotros, con nuestros mismo gustos, creencias y comportamientos y ese es un motivo importante para que quieras o no realizar algo. Así, si quieres que tu hijo, compañero de trabajo o tú mismo hagáis las cosas con alegría, ilusión y ganas te tendrás que preguntar: ¿Prefiere trabajar solo o en equipo?

Hay personas que necesitan relacionarse con otros para estar a gusto, verbalizar sus pensamientos, ponerlos en común. En contra hay otras personas que prefieren las actividades solitarias. Tienes que intentar que las tareas que puedan hacerse por una sola persona se asignen a estas últimas, mientras que las que requieran de colaboración deberán ser hechas por quienes prefieran interactuar con otros. En las empresas no siempre se hace así.

¿Cómo es la relación con sus compañeros? De nuevo tenemos que analizar y poner a trabajar a las personas con otras con las que su relación sea buena. De otro modo, la motivación no será la más adecuada.

¿Se siente parte de ese equipo? El sentimiento de pertenencia es uno de los motivadores más fuertes que existen (los humanos somos seres sociales por naturaleza). Pregúntate qué puedes hacer tú para fomentar ese espíritu de equipo.

¿Es posible hacerles trabajar de otro modo? Si la relación no es buena hay que pensar cómo conseguir que las tareas de las personas que no se llevan bien tengan la mínima interacción con otros. No olvidemos nunca que los demás son algo esencial en la motivación y que debemos tenerlo en cuenta.