El entorno en el que se realiza la actividad es fundamental
El miedo, la presión y el estrés pueden hacer a tu equipo más productivo a corto plazo, pero a medio y largo caerá la motivación, la ilusión y las ganas de trabajar, y aumentarán los errores, el absentismo y la pérdida de personas claves, bien por salida de la organización o bien -y lo que es peor- por su presencia en cuerpo, pero no en espíritu.
Todavía hay personas que creen que subiendo el sueldo y presionando es como se obtienen los resultados deseados. Algo fundamental en la motivación de cualquier persona es el entorno en el que realiza su actividad. Hay empresas -aquellas en que hay más necesidad de trabajadores cualificados que de los disponibles en el mercado- que cuidan mucho el ambiente y lugar de trabajo de su gente.
Seguramente te venga a la imagen las oficinas de Google, Apple o similares. No te vayas tan lejos, esas son mediáticas y quizás no te veas reflejado, pero ¿qué crees que pasa con los puestos de fresadores o torneros cualificados? Esas personas son tan escasas como las de Google y sus empresas también los cuidan.
Crear un entorno de responsabilidad, de permitir hacer las cosas, de proporcionar los medios adecuados, de actualizar herramientas y de facilitar un ambiente laboral de presión adecuada hace que estas personas prefieran quedarse donde están a ir a otras compañías en las que, quizá, les paguen mas dinero, pero en contrapartida exista mayor presión y menos medios.
Las personas -no todas, es cierto, aunque sí la mayoría- preferimos un ambiente relajado y con herramientas adecuadas que un sueldo mayor, falta de medios y presión asfixiante por conseguir resultados. Si tu equipo no está motivado pregúntate ¿qué ambiente hay en tu empresa / departamento? ¿Tienen los medios adecuados para hacer su trabajo?
Trabajar el largo plazo permite mejorar la satisfacción de tu equipo reduciendo el coste salarial y aumentando los ingresos; eso sí, hay que hacer cambios en la forma de hacer y en la mentalidad. Te aseguro que merece la pena. Además, quien no lo haga sucumbirá a la nueva era de escasez de personas que valen la pena.
Y tú, ¿eres de los que crees que esto que digo no es más que “buenismo” absurdo, de los que “yo ya haría, pero no sé ni cómo” o de los que han comenzado ya el camino?