Especialistas en posponer lo que no nos gusta
“Debería hacer (pon aquí lo que quieras), pero…” es algo que ciertas personas se repiten con mucha frecuencia. Son conscientes de la importancia de realizar la actividad, pero sus excusas son más fuertes que la necesidad o deseo de realizarlo.
No recuerdo de quién era la frase -muy acertada, por cierto- que decía: “Si quieres hacer algo de verdad buscarás el modo, si no lo deseas con tanta fuerza, una excusa para posponerlo”. Somos auténticos especialistas en posponer lo que no nos gusta y en justificar lo que sí que lo hace, aunque quizá fuera mejor hacerlo en otro momento.
En muchas ocasiones aplazamos actuaciones que tenemos que realizar porque no se dan las condiciones oportunas (según nuestro criterio, claro) y postergamos aquello que debemos hacer. Técnicamente a esa situación se le denomina procrastinar y es algo que realizamos con mucha frecuencia. Procrastinar no conduce hacia nada positivo y mina nuestra autoestima y automotivación de forma importante.
Cuando tengas que hacer algo que tenga importancia o que hayas aplazado varias veces, no lo pienses mucho, hazlo ya. Cómete el sapo, que se diría en lenguaje coloquial (y del que hay un libro de Brian Tracy precisamente con ese título).
Una de las diferencias entre las personas que tienen éxito en la vida y las que no, suele estar en el número de sapos que se han comido. Qué sencillo es decir esto y qué complicado realizarlo.
Habitualmente si posponemos algo se deberá a tres motivos fundamentales:
a) Nos resulta incómodo. Algo que te hace salir de tu zona de certidumbre. Pues bien, mentalízate, háblate a ti mismo desde el lado positivo, coge fuerzas y hazlo inmediatamente. Según lo hagas, prémiate por haberlo realizado, aunque ya habrás tenido un buen chute de endorfinas y dopaminas, neurotransmisores que van a hacer que te sientas mejor y lleno de satisfacción interna.
b) No sabemos cómo hacerlo. Busca ayuda, pregunta, déjate ayudar y establece un plan en el que puedas dar el primer paso inmediatamente.
c) Es una tarea muy compleja o larga. Divídela en partes manejables, haz la primera inmediatamente y planifica la que tienes que hacer en segundo lugar. No planifiques todo (que nos conocemos y así nos justificamos el que pospongamos la acción), sólo la primera acción y ejecútala.
Yo soy uno de los que luchan contra la procrastinación y no siempre gano, pero voy mejorando poco a poco, y tú, ¿cómo lo llevas? ¿qué es lo que más complejo te resulta? Se sincero contigo mismo y afróntalo. Merecerá la pena.