Trabajar correctamente la fijación de objetivos

Cuando tengas claro lo que quieras lograr hay que plantearse cuatro retos: qué comenzar a hacer, qué dejar de hacer, que hacer más y qué hacer menos

Los meses de verano son momentos de parar y recuperar fuerzas. Dicen los entrenadores de deportistas que la verdadera mejora se produce con el descanso y que es tan importante como el entrenamiento. Al resto nos pasa lo mismo. Necesitamos desconectar para poder ser efectivos.

Tenemos unas semanas por delante para hacerlo, salir de la rutina y realizar otras actividades más lúdicas y con diferentes responsabilidades. Eso no significa que nos abandones y lo dejemos todo. También es el momento de recapitular y preparar un nuevo curso.

Yo hace ya unos años que funciono como los estudiantes: de septiembre a junio, dejando julio para ir bajando el ritmo y hacer análisis y agosto para descansar y pertrechar el nuevo reto.

Según las estadísticas solo el 3% de las personas trabaja correctamente en la fijación de objetivos -y son los que consiguen grandes logros-. Hay otro 27% que en mayor o menor medida también lo realizan, aunque con amplio margen de mejora. Por último, está el 70% restante que se limita a 'sobrevivir' y esperar que, como cantaba Perales “y una de 14 que me toque un día y que me arreglará”.

De cara al próximo verano te propongo que, al menos, seas del 27% que se lo trabaja, que los determina y que traza un plan para lograrlos. Te aseguro que llegarás a final de curso con mucho mejor nota que si te limitas a ir estudiando para los exámenes a última hora.

Te propongo lo siguiente: fíjate un objetivo a conseguir entre septiembre y julio en cada uno de los siguientes aspectos: Mejora profesional, Relación de pareja, Relación familiar, Salud, Ocio y Algo que desees hace tiempo.

Cuando tengas ese objetivo redacta que tienes que: Comenzar a hacer, Dejar de hacer, Hacer más y Hacer menos.

Para lograrlo te pongo un ejemplo:

Objetivo: Ir de vacaciones a Finlandia en agosto.

Comenzar a hacer: separar 300 euros cada mes.

Dejar de hacer: no fumar (esto me supondría 100 € al mes).

Hacer más: llevar control de mis gastos y quitar lo superfluo.

Hacer menos: reducir las salidas a cenar con los amigos.

Haz eso con cada objetivo y comienza a controlarlo. Comienza ya y no cuando esté ya el resultado encima. Será tarde. Nunca olvides que cuando Noé comenzó a construir el arca todavía no diluviaba.