El problema de quedarse hablando solo
Un día me sucedió una de esas acciones que nos ocurren a menudo y que no le damos importancia, pero en este caso, además de que fue con mayor fuerza, me hizo reflexionar, y eso tiene un peligro, que es que os lo cuento aquí.
Estaba hablando por teléfono con un cliente y se cortó. Últimamente me sucede demasiado a menudo, pero lo acepto con deportividad. Devolví la llamada y me comunicaba: “ya estamos los dos llamando a la vez”, pensé, y esperé un par de minutos. Nueva llamada y seguía comunicando. Dos veces más con el mismo resultado. Dije “ya llamará él”.
Así fue, al de un rato me llama y me dice: “¿dónde nos hemos quedado?” Tras un poco de charla y mirar las horas de llamada y finalización llegamos a la conclusión de que había estado más de ¡15 minutos! hablando solo sin enterarse de que yo no estaba al otro lado.
Cuando yo le llamaba no me estaba intentando llamar: seguía hablándome, jajajajaja. ¡15 minutos sin enterarse! ¡Brutal!
A lo que iba, que me hizo hecho reflexionar lo que a veces nos ocurre y es que estamos tan ensimismados con nosotros mismos que no atendemos a nuestro entorno y eso puede hacer que nos quedemos solos. Y lo malo es que pensemos que nuestro ejército esté detrás y nos estemos lanzando contra el enemigo al grito de “Al ataque” y seamos nosotros contra todos ellos (cual episodio de Mortadelo y Filemón o algún romano en Asterix y Obelix).
La reflexión que traigo hoy es doble: Por un lado, cuando lideras un equipo tienes que mirar de vez en cuando para atrás porque puedes estar yendo solo. Y por otro, el importante no eres tú, sino tus colaboradores.
De otro modo te puede pasar como a mi cliente, que no se entera de que está hablando solo por mas de 15 minutos y que te pienses que todo el mundo tiene claro lo que tiene que hacer, pero los hechos demuestren que no es así
Las preguntas que debes de hacerte son: ¿tienen claro todos los miembros de mi equipo lo que tienen que hacer? ¿Por qué estoy seguro de ello? ¿Cómo me aseguro de que lo hagan?
P.D. ¿es posible que sea también esto lo que les está pasando a los políticos: que hablan para sí mismos hace ya tiempo y el resto de la sociedad hemos desconectado y no se hayan dado cuenta? ¡Qué triste!